Haciendo lecturas paralelas con el último libro que estoy
leyendo sobre Foucault, me salen unos apuntes sobre reflexiones de Marcuse y
Habermas en torno al poder.
En Marcuse, la tesis básica que se recoge en “El hombre
unidimensional” es que nuestra sociedad, la sociedad industrializada, hace de
la libertad un elemento de dominación, es decir, el sistema de dominación trata
de convencer a la ciudadanía con ideas engañosas sobre lo que son sus intereses
y lo que son sus necesidades. Los poderes fácticos y los medios de comunicación
se encargan de manipular y crear esas falsas necesidades. Esto se puede
comprobar, según Marcuse, en el propio hogar, que para él ha perdido toda
privacidad, y se puede comprobar en la educación. De esta manera la idea de autonomía
del individuo actúa como un elemento de resistencia. Si para Marcuse, “los
hombres tienen derecho a esperar que la sociedad en la que viven utilice todos
los recursos disponibles para hacer más grande su libertad y su felicidad, aquélla sociedad que no cumpla con dichas expectativas legítimas y naturales
podrá ser destruida. Tal es el caso de la sociedad capitalista como máxima
expresión del poder de dominación de clase”.
Con estos materiales estoy lidiando. Ya contaré.
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