Semana pasada en Menorca con amigos. Mi D. no venía conmigo.
Extraña sensación cuando casi todo, al menos en viajes, lo hacemos juntos. Desinhibido
de la culpabilidad gracias a ella, he estado en Menorca con las ganas de
fundirme en el agua con total desnudez y he ido con la intención premeditada de
cazar amaneceres, de ver cielos estrellados y enfrentarme a tramontanas
purificadoras. Todo se ha cumplido. Tiempo, ritmo, amistad, sobremesas
compartidas en la risa y la trascendencia; en lo íntimo y lo colectivo, ambos
entrañables. Abiertos los ojos al arte y la Naturaleza. Ha sido
una gozada. Y la fotografía ha sido un complemento ideal. Os dejo muestras.
Se me saltan las lágrimas
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ResponderEliminar¿Se te saltan las lágrimas de dolor?, porque si te gusta es que estás malito...je,je,je.
ResponderEliminardesde Menorca.. se os hecha de menos
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