Decía Federico Fellini que “Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre en las películas, nace y renace en cada uno que lo saborea”. Me pregunto qué diría de la fabada que hoy me ha guardado mi primo M.A. Casi estoy seguro de que lloraría de gusto a moco tendido, como en las películas.
Paradojas de la vida hacen que ese chorizo rojo y esa butifarrilla negra simúlen los colores de la bandera revolucionaria,... menudas manis en el estómago que organizarán, hasta con rotura de escaparates y lanzamiento de pelotas de goma... ;)
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