Fotocomedor
lunes, 30 de septiembre de 2013
Pastel inteligente
Siempre he dicho que lo único que
puedo llegar a envidiar es una casa de verdad, es decir, puesta en la tierra,
de un solo plano y con un huerto generoso. Como no he tenido la oportunidad de
tener casa, no he tenido la oportunidad de tener huerto, así que esa maravilla
de relación que se establece con la naturaleza mediante unos tomates, unos
pimientos, unas patatas, etc., la sustituyo por un poco de cocina. Ya veis qué sencillo
es de sustituir y qué complicado para hacerlo bien. Pero tengo alguna ayuda y
se trata de La Tata Conxi que con su saber hacer me pica de vez en cuando y me
atrevo con algunos postres. Elijo los postres porque éstos son los menos
esenciales en la comida, quiero decir que son lo que realmente no necesitamos
para alimentarnos. Es un capricho añadido a nuestra alimentación y por capricho
hace uno un huerto o postres, que lo mismo da que da lo mismo. El último postre
se llama “pastel inteligente” y no tiene nada que ver el nombre ni con la
corrupción ni con la ironía política. No. Se trata de que al mezclar los
ingredientes en la elaboración, luego, en la cocción se distribuyen cada uno en
su sitio: una base, una especie de flan consistente y un poco de bizcocho. por
este orden. Así que aquí lo tenéis, el pastel inteligente que tal vez recibe su
nombre también porque no hay que emplear ningún azadón.
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