Mañana espléndida empezando con
un amigable encuentro para almorzar y una salida especialmente preparada para
hacer fotos. Hacer fotos con un colega como A. es un lujo cotidiano porque en
el aprender un poquito más de fotografía ha estado un disfrute total. No le das
la paliza a nadie de la familia que siempre que sales con la cámara en
ristre tratan de soportar tus retrasos,
despistes y dedicaciones a encuadres y ángulos absurdos vistos desde fuera. Hoy
no. Hoy se trataba de fotografiar y lo hemos hecho en un paseo marítimo cargado
de un meloso y envolvente sabor a anís. El punto elegido ha sido Badalona, al
lado de la fábrica de Anís del Mono, en el
Pont del petroli. Tirar, encuadrar, filtros, tiempos, diafragmas, isos,
velocidades, trípode (o algo parecido) y
toda la cacharrería electrónica de mi máquina, que para mí no es poca. Eso sí,
siempre posición manual.
Por la tarde a editar. Otra
gozada de juego con los ajustes de revelado, los ajustes de photoshop y los
ajustes de conceptos que son la artillería teórica para acercarse a tener
alguna técnica. Espero conseguirla algún día, posiblemente si mi amigo me aguanta.
Aquí dejo las prácticas, no como
material de juicio estético, ni creativo, ni artístico. No, no. Las dejo como
testigos de un día espléndido.
Un placer para mi también disfrutando de tu grata compañía.
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