En las fotografías vemos “lo que
pasa” en el mundo, el qué y el cómo de una realidad durísima, pero
fundamentalmente vemos “lo que nos pasa”, es decir, una reflexión sobre
nosotros mismos que apunta a tratar de entender dónde están nuestros límites,
siempre y cotidianamente rotos por esas cosas, esos acontecimientos, que no deberíamos
dejar pasar, que no deberíamos relajarnos hasta el punto de la insensibilidad.
Las fotos expuestas hablan, nos cuentan cosas en trazo grueso y en matices,
muchas cosas vistas en lo pequeño, lo individual, en lo concreto, en lo
colectivo, que nos obliga a recordar que
no es posible difuminar en estadísticas los graves problemas de desigualdad, de
injusticia, de terror, de violencia, de fanatismo, de la desgracia humana
percibida como inevitable.
La visita, en compañía de los
amigos, ha servido para hablar también de si la fotografía debe reflejar la
realidad, desnuda, o debe interpretarla. Viejo problema del arte. De hecho el
lema de la exposición es: “Face Reality (enfréntate a la realidad). Algunas
fotos alcanzan su máxima expresividad en la naturalidad u oportunidad de la
toma pero en otras claramente se agradece la mano artística que ha elaborado
desde el momento del disparo hasta el momento de la impresión.
La fotografía tiene una
potentísima fuerza comunicativa, interpretativa, genial y ciertamente nos enfrenta
a la responsabilidad de mirar a la
realidad de frente con el añadido ético necesario de intentar cambiarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.